viernes, 27 de enero de 2012

Curso de cocina de mercado




Ya pasó el Curso de cocina de mercado en "El Mercat" de TGN. Y la verdad es que la experiencia no pudo ser más positiva.

La idea era la de ir a comprar al mercado sin tener ninguna prevision de que es lo que nos ibamos a comprar, queriamos hacer un menú con el mejor producto de temporada posible, es decir, el mejor producto y al mejor precio.

A las 09h00 puntuales estabamos todos en Pastissos de Crema tomando un café y acompañados de la gente de la Asociacio de Venedors del Mercat, fuimos recorriendo los pasillos, primero visualizando lo que ese dia teniamos delante nuestro.

Ana compró unas gambitas, unas moixinas, una lluerna y una "rata" (otro pescado, no os asusteis...) y unos bonitos que estaban muy bien de precio. Nos dieron todo tipo de explicaciones de cuales eran los pescados que se pescaban aquí, de su temporada, de su forma de cocinar, etc...

Despues pasamos a la verdura, unas habitas, unos guisantes, espinacas, ajos tiernos, alguna piña fueron los productos que encontramos.

Total, que una vez en el AQ, nos pusimos todos manos a la obra, todo el mundo colaboró, y a las 13h salimos al comedor donde
y el menú resultante fue el siguiente.

Moixina (cazón) y alcachofas en adobo y fritas
Gambitas rojas y blanca con aceite de gambas
Pescado de roca con patata y all i oli

Ensalada de calamares con verduritas
Arroz con sepia, galeras, guisantes....
Bonito marinado en naranja, miel y soja

Nos lo pasamos muy bien, y seguro que repetimos.

Bizcocho de piña con sopa de piña y helado de... piña.

Viaje a Tenerife










Viaje a Tenerife
Una de las mejores cosas que tiene el tener un restaurante como el AQ y de la que nunca nadie habla, es la de la oportunidad de conocer gente maravillosa que en algunos casos se convierten en amigos.

Es el caso de Tere y Santi, Santi y Tere, como queramos, se trata de dos tinerfeños militantes que aman a su isla, y que saben vivir la vida, disfrutar de una buena comida, una buena conversación y un buen vino.

Tere y Santi siempre que se acercan a 300km de Tarragona, vienen a comer a AQ. Y ya hacía demasiado tiempo que nos invitaban a venir, y hace unos meses, rastreamos en la red hasta dar con un billete barato y hacer una escapadita de 3 días en su casa, los 4, ni más ni menos.
Hace poco volvieron a TGN y nos explicaron que la visita estaba totalmente programada, que no nos preocupáramos de nada, que ellos, se las habían ingeniado para no trabajar durante nuestra estancia, todo un lujo para nosotros, tener unos guías como ellos a nuestra disposición las 24 horas del día. Nuestra única petición fue la de hacer una visita al mercado como solemos hacer cada vez que visitamos alguna ciudad. Aunque estaba la agenda apretada, encontraron un hueco.
Llegamos el domingo al mediodía, y tras recogernos en el aeropuerto, nos fuimos a tomar un aperitivo al Mirador de Humboldt donde pudimos tener una magnifica vista de la isla. Nos llevaron a comer al Calderito, un lugar autentico, donde disfrutamos de parte de la gastrómica canaria. A la fiesta se añadieron Lourdes y Roberto, que es además de un gran amigo de ellos, enólogo de Suertes del Marqués, una bodega que visitaríamos por la tarde.

Tras la comida Roberto tomó el mando y nos enseñó (aunque fuera en domingo… gracias) la bodega, los fantásticos viñedos en cordón, todos ellos de pie franco ya que aquí no llego la filoxera. Y nos hizo un repaso por las barricas, de varietales autóctonos con diferentes maderas y diferentes elaboraciones, Listan Negra, Listan blanca, Vijariego, Malvasía… un autentico tesoro enológico lo que tienen los canarios en estas tierras.

Salimos de la bodega ya anocheciendo y nos fuimos a casa donde cenamos un cherne enorme y unos fantásticos quesos, embutidos, potaje de berros y otras cositas con los vinos de Roberto ya embotellados. Un lujazo de día.

Para el segundo día, teníamos en nuestra agenda la visita al Teide, que es un autentico espectáculo, unos parajes alucinantes, lunares, nos explicaron perfectamente de qué tipo de arboles se componen sus bosques, los materiales que se encuentran, los diferentes tipos de piedra. Vamos todo lo que cualquiera quisiera tener cuando hace turismo.

Nos llevaron a comer a un “restaurante”, más bien un guachinche, una tasca, mas o menos, donde nos comimos un espectacular puchero canario, donde la verdura, (col, zanahoria, batata, patata, calabacín, zanahoria, etc…) tiene un gran protagonismo y donde hay un poco de carne de cerdo y ternera. Antes tomamos escaldón, (una masa hecha con gofio y el caldo del puchero), buenísimo y garbanzas, también morcillas, una comida 100% canaria, justamente lo que buscábamos…
Por la tarde visita La laguna,

Al día siguiente visita al mercado donde nos maravillamos con la variedad, cantidad, calidad y buen precio de los pescados, cherne, viejas, sama, abadejo, meros gigantes lapas y muchos otros pescados mas a unos muy buenos precios (sobre unos 10€ el kilo). También muy interesante los quesos canarios, y como no… las frutas y verduras, compramos parchita (maracuyá), chayote una verdura fantástica, y pescados para la cena, (viejas, abadejo y…. Un tercero que no recuerdo su nombre)
Visita al museo del hombre donde vimos las momias de los antiguos guanches, y donde aprendimos muchísimo sobre los antepasados de los canarios.

Para comer visitamos uno de los restaurantes favoritos de Tere y Santi, se trata de Kazán, un restaurante japonés donde nos quedamos sorprendidos del nivelazo, una cocina japonesa donde el producto, por supuesto es muy importante y donde, además hay un puto de originalidad muy bien entendido. Os lo recomendamos. Se merece un post que ya publicaré.

Nos fuimos a casa a descansar y a preparar la cena donde además de Roberto y Lurdes se apuntó a la fiesta Jose Maria Vicente, (enólogo de Casa Castillo, Jumilla y gran amigo de ellos) Pudimos probar todos los pescados y por ahí desfilaron algunas botellas que yo había traído para la ocasión, Oloroso VIllapanés, Arbosar (Terroir al Limit); Vall Llach, Sagesse (Les Cousins), Ferrer Bobet Selección, y también probamos la nueva añada de Casa Castillo, y un par de vinos blancos. Una fantástica velada entre personas fantásticas.

Les vamos a liar para hacer una cata de vinos canarios en AQ, quizás sea para Marzo, ya os tendremos informados. Ya lo sé, somos unos aprovechados, pero ellos también se dejan…
Muchas, muchas gracias a Tere y a Santi, por absolutamente todo, y nos vemos pronto en AQ y amenazamos con volver.

QQ

jueves, 26 de enero de 2012

Historias veridicas o no... en un restaurante. 1. Las Anguilas.

Inicio hoy aquí unos relatos veridicos o no, (este lo es, os lo aseguró) que publiqué en un foro allá por el 2002. Por eso encontrareis referencias al Hotel nH donde trabajabamos antes. Espero que os gusten.





Tras un buen All i Pebre en Casa Salvador, Ana y yo encargamos una anguila en nuestro pescadero habitual en Cambrils, en fin que el viernes nos lo traen, (al hotel) al bichito en una malla, enroscadito él..., bueno no se como cojones pero soy yo el encargado de trocearlo para el All i Pebre, pues bueno, corto la malla y el puto bicho, empieza a retorcerse por la mesa como una serpiente a una velocidad de miedo, las cuatro chicas de la cocina se ponen a gritar como locas, yo reacciono cogiendo la media luna, (o sea un cuchillazo del 15) y me pongo a dar hachazos a diestro y siniestro sobre la mesa de la cocina donde la puta serpiente no para de deslizarse como si supiera el cruel destino que le espera... el primer golpe de cuchillo fallo, le doy a un metro, el segundo la rozo, y el tercero le doy en la cabeza, pero no demasiado fuerte, empieza a sangrar..., y no para de moverse, a todo esto todo Dios gritando, yo el primero..., el bicho retorciéndose como si nada, y yo como si de un psycokiller se tratase empiezo a asestar hachazos, y de los muchos que doy no acierto casi ninguno, bueno, alguno si... pero el bicho se queda ahí, sobre la mesa ensangrentado sin parar de moverse, yo me retiro asqueado, las chicas siguen gritando, yo casi vomito... y el bicho retorciéndose... tras la bronca que me echan logro empujarla hasta la fregadera, y me retiro, el panorama es desolador, imagináoslo...
Al cabo de una buen rato, 15 minutos o así, me reclaman para ver como esta el bicho, Y EL MUY ... AHÍ SIGUE MOVIÉNDOSE, ya no se que hacer, opción B, llamo a Toni, el chico de Mantenimiento del hotel y a cual Mc Giver le encargo acabar con el bicho, no recuerdo si finalmente es él o yo... pero al final cogemos una tijeras y le intentamos cortar la cabeza, sin conseguirlo del todo y para observar desconsoladamente como la cola sigue moviendo, como si de un puto alienígena se tratara, en fin increíble.

Cabreado llamo a la pescadería para pedir explicaciones y ayuda, me dicen (educadamente) que soy medio gilipollas, y que basta con meterla con la redecilla y todo al congelador y en media hora solucionado el problemita, la anguila se muere sin ningún estropicio...
Ya sabéis lo que tenéis que hacer si algún día compráis una anguila viva, yo dudo que la vuelva a comprar nunca jamás, aunque no rechazaría ninguna invitación para compartir un buen All i Pebre y lo que se ponga por delante, lo cortés no quita lo valiente, (bueno lo cobarde habría que decir en este caso).

Sobra decir que nunca hicimos un All i Pebre con el animalito, lo troceamos, lo envasamos al vacío y se quedo en el congelador ahí olvidado, yo no tengo tripas pa cocinarlo...
Espero que no os corte el apetito o la digestión con esta bonita historia que mas parece una escena de una peli de Alex de la Iglesia, pero os juro que no exagero nada y que todo sucedió tal y como lo cuento.

Ya veis que nada tiene que ver esto con vino, pero bueno... pensé que a alguien le haría gracia, y seguro que a alguien no le hará ni pizca de gracia, pero bueno, que se le va a hacer, como diría aquel: así son las cosas, y así se las hemos contado...

martes, 24 de enero de 2012

Cata de vinos Bentomiz, el viernes 03 de Febrero.



El próximo viernes 03 de Febrero, a las 20h30 haremos una cata con una de las mejores (o la mejor...) bodega de vinos de la Axarquia de Málaga. Una zona impresionante que recordaria perfectamente al Priorat.

Conocimos sus vinos en VInoble hace casi ya dos años y nos impactaron, es ahora que nos traemos hasta Tarragona a Clara y a André, 2 holandeses, empeñados en recuperar los viejos viñedos de Moscatel de Alejandria, muchas veces en terrenos pizarrosos.

La Axarquia produce unos de los mejores vinos dulces de España, es una zona, muchas veces olvidada.

Nos traeran, todos sus vinos;

Ariyanas Seco Sobre Lías Finas 2010

Ariyanas Tinto de Ensamblaje 2010

Ariyanas DAVID Tinto Naturalmente Dulce 2010

Ariyanas Naturalmente Dulce 2007

Ariyanas Terruño Pizarroso 2007

Una oportunidad única de conocer unos vinos totalmente desconocidos por aquí.

Serviremos nuestro menú "De Temporada"

Vieira con guisantes y parmesano
Moluscos con coliflor y apio
Crema de alcachofas con huevo y panceta
Bacalao con escudella
Rodaballo con butifarra negra y "calçots"
Crema de chocolate blanco con piña
Bizcocho de manzana con mascarpone y helado de almendra

Pecio de la cata y del menú degustación: 60€

lunes, 23 de enero de 2012

Héctor y Raquel 10. Buscando refugio.


10. Buscando refugio

Algo dentro de mi me decía que esa persona que había tenido tan cerca de mi era Héctor, tenía algo que me decía que era él. No me lo podía quitar de la cabeza.

Llame a Jose Ignacio para contárselo pero no me contestó el teléfono, era el día 22 de Diciembre, día de la Lotería, el último día del colegio para mis hijos, y a un paso de las navidades y a mi todo eso me daba igual, no podía dejar de pensar en esa persona y en Héctor.

Decidí ir hasta Atocha y coger el primer tren que saliese hacia cualquier lugar, recogí mi mochila, ahí se quedó medio plátano y el trozo de queso que había sacado. Volví a Sol, se podía llegar en 4 minutos desde ahí hasta Atocha, y es lo que hice con una única obsesión, irme lo más lejos y lo más pronto posible de Madrid. Una vez en Atocha bajé a los andenes, y subí a un tren de largo recorrido, por lo visto iba hacia el norte pero no sabía bien por donde pasaba, me daba igual. Antes de subir me fijé muy bien donde estaba el revisor, estaba en la cabeza del tren y yo me fui hacia el final.

Todo me daba igual, mi vida era una farsa, no era mi vida, era la vida de la mujer de Jose Ignacio, la mía era la que hubiera vivido si continuase con Héctor, me quedé sin comer, estuve andando, las calles estaban repletas de gente supuestamente feliz haciendo compras, entré en una cafetería, tenia frio, estaba puesto un televisor de plasma donde el hombre del tiempo explicaba que esta noche iba a llegar una ola de frio como hacía décadas que no se veía en España. ¡Y a mí que me importa que haga frio!, pensé… Volví a llamar a Jose Ignacio, esta vez sí que me cogió el teléfono, me dijo que tampoco nos veríamos para comer, que se quedaría en el despacho preparando con Kelly una reunión que tenia para la tarde.

Decidí darle una sorpresa, comprar algo de comida en El Corte Inglés y llevársela al despacho, además yo tenía un juego de llaves en el bolso que me dio hace una eternidad.

Imaginé que el revisor tardaría un rato en pasar así que tome asiento en una de las butacas que dan al pasillo con la mirada siempre puesta al frente por si lo veía llegar, por suerte no venia. El tren iba bastante lleno de familias que dejaban la capital para ir a ver a sus familias en Navidades, muchos niños revoloteando a mi alrededor, me olvide de ellos.

Pasé por El Corte Inglés y fui a la sección de precocinados y pedí una comida para dos, Ensalada con aguacate y langostinos, Merluza en salsa verde y Macedonia. Pensé en que si llegaba pronto podríamos darle una hora a Kelly para que coma un menú en cualquier bar y de ese modo poder comer los dos juntos, como hacía ya demasiado tiempo. Todo esto me ayudaba a olvidarme de lo que había pasado. Cogí también una botella de Champagne, y un kit con un menaje tipo picnic, para dos, era monísimo.

Me quedé dormido, no sé cuánto tiempo dormí, solo sé que me despertó el revisor, de una forma un tanto brusca, me pidió mi billete y yo me levanté hasta la zona donde estaba la puerta y donde no había tanta gente, él me siguió y ahí le dije que no tenía ni billete ni dinero para pagar, el hombre, me dijo que no me iba a multar pero que tenía que bajar en la próxima estación, ¿Cuál es?, le pregunté, Soria, me contesto…

Así fue, al cabo de unos 30 minutos llegamos a Soria y el revisor se aseguró de que yo bajaba, menudo cambio de clima de Madrid a Soria, hacía mucho más frio, prácticamente ya era de noche, busque un súper donde poder comprar algo de vino, tenía unos pocos euros, encontré un Carrefour Express y fui directo a buscar unos cartones de vino, todavía me quedaba algo de comida.

Me hizo mucha ilusión darle la sorpresa a Jose Ignacio, seguro que le haría mucha gracia que comiéramos los dos juntos, llegué a su despacho, entre mis tacones, la botella de Champagne, la comida y todo lo necesario para comer, me resultaba muy difícil no hacer ruido, aún así lo conseguí, dejé todas las cosas en el suelo, deslicé la llave por la cerradura suavemente, y abrí la puerta, cogí la botella de champagne y las dos copas de plástico, me quité los zapatos para no hacer ruido y me dirigí hacia el final donde Jose Ignacio tiene su gran despacho salón la luz estaba encendida pero no se oía nada, cuando abrí la puerta me encontré a Jose Ignacio desnudo en el sofá con una mordaza y a Kelly también desnuda sentada sobre él, Kelly no me vio y se seguía moviendo suavemente sobre él. Jose Ignacio en cambio sí que me vio y no pudo decir nada, llevaba esa ridícula mordaza, se me calló la botella al suelo, Jose Ignacio le dio un empujón a Kelly y se levanto, la estampa era horrorosa. Me di media vuelta y eche a correr por el pasillo, Jose Ignacio me siguió por el pasillo desnudo, salí del despacho y él se quedo dentro.

Como no conocía Soria me dediqué a buscar la zona donde dormir, el centro de Soria nada tenía que ver con el de Madrid, localicé el centro y el cajero donde pensaba dormir. Paseé por detrás de un gran supermercado buscando grandes cartones y cuando los tuve me senté en una zona apartada. También encontré algo de pan y de fruta en las basuras, tenia 3 cartones de vino, y me puse a comer, y a beber, hacia mucho frio, y después de beber 2 litros de vino ya no sentía nada. Como pude me fui hasta el cajero, entré y me preparé mi cama, ya tenía mucha experiencia, puse mi mochila como almohada y me tumbé, saqué mi tercer litro de vino y me lo fui bebiendo, todo me daba vueltas, me dormí.

Al cabo de 3 horas aparecieron unos chavales borrachos en el cajero que me empezaron a insultar, y a dar patadas, me golpearon en la cabeza se ensañaron conmigo. Conseguí levantarme, sangraba por la cabeza y por la boca, creo que les dio miedo verme tan mal y me dejaron marchar.

Salí del cajero, eran las 04h00 de la mañana, y hacia un frio espantoso, tenía dolores por todo el cuerpo y estaba totalmente borracho, conseguí llegar hasta un callejón intenté llegar a un portal pero me caí al suelo, hacia frio, mucho frio… no me podía mover, tenia los dedos de las manos y de los pies totalmente agarrotados, estaba solo, no podía gritar, cada vez que lo intentaba un intenso dolor en mi estómago me lo impedía, me quedé ahí tirado, como un perro, no podía hacer nada, frio… mucho frio…, intenté dormir.

Héctor murió esa misma noche, a las 06h30 en el centro de Soria, nadie reclamo su cuerpo, su cuerpo fue entregado a la Universidad de Medicina.

Raquel está perdida, no sabe qué hacer…

FIN.

sábado, 21 de enero de 2012

Héctor y Raquel 9. Una visión perturbadora 2 bis

9. Una visión perturbadora 2 bis
En la mochila había metido unos plátanos, un trozo de jamón, otro de queso, unas galletas, un cuchillo y unas mandarinas. Salí pitando y volví sobre mis pasos al metro, entré una vez más sin problemas, esta vez nadie se dio cuenta de que había entrado.
Fui hacia el centro, sin saber muy bien qué es lo que iba a hacer, sin planes, sin destino, baje en la estación de Sol, siempre pensé que el centro era una zona más segura que un barrio cualquiera, había más putas y por lo tanto más policías, y también había muchos cajeros automáticos donde poder dormir y resguardarse del frio.
Salí de la estación y crucé dos calles hasta un pequeño parque, ya me había bajado la borrachera y mi cuerpo me pedía algo para comer, eran las 09h30 de la mañana. Me senté en un banco y saqué el queso y un plátano, empecé a comer y sin saber porqué levanté la mirada y vi a Raquel acercándose hacia mí.
No me lo podía creer, me quedé inmóvil mirándola cruzar la calle, estaba PRECIOSA, ¡Dios, que bien le han sentado los años sin mí! Pensé. No podía dejar de mirarla, no entendía nada, el día anterior me había dado una moneda sin reconocerme y ahora venia directa hacia mí.
No me había dado cuenta de que mi aspecto había cambiado por completo.
Se plantó delante de mí y me llamó por mi nombre. En ese momento, me quise morir. La garganta se me secó al instante, no pude articular palabra, ella se quedo dos segundos más ahí, tenía los ojos llorosos, se disculpó, se dio media vuelta y se fue corriendo.
Me quedé ahí en estado de shock durante un buen rato. Me di cuenta de que me había reconocido y entonces lo entendí todo. Que desgraciado era.
No podía quedarme en Madrid, no podía vivir en la misma ciudad que Raquel, la había visto 2 veces en dos días y el dolor que me había causado era enorme, una vez más huiría, era mi sino, era mi camino, soy un cobarde.

jueves, 19 de enero de 2012

Héctor y Raquel 8. Una visión perturbadora 2




8. Una visión perturbadora 2

Sólo faltaban 3 días para navidad y todavía no había hecho todas las compras, me levanté a las 08h00 y desperté a Inés. Nachete ya se había marchado y dejé a Jose Ignacio en la cama, le preparé el desayuno a Inés mientras me di una ducha rápida, una vez más y como siempre corriendo y estresada. Me fui de casa sin desayunar, no me dio tiempo.

Cuando deje a la niña en el colegio me fui directa hasta la tienda Apple que hay en Arenal, aparqué en el parking que hay en Sol.

Decidí ir a la cafetería de enfrente a tomarme un cortado y revisar mi Iphone, me senté en una mesa frente a la vitrina y saqué mi Iphone, entonces vi un señor con una mochila que era clavado a Héctor, lo vi cruzando la calle, arrastrando los pies, pensé que no era él por los andares pero físicamente era como él pero mucho más mayor.

La visión de esta persona me hizo acordarme de Héctor, de nuestra vida en común de la persona que yo era, y en la que me he convertido hoy en día, desde luego que yo no era la misma mujer y mi vida no tenía nada que ver. Con Héctor habíamos hecho muchos planes en común, muchos proyectos y muchas ilusiones, muchas veces he pensado en cómo sería mi vida si hubiese intentado arreglar lo nuestro. Héctor era una buena persona, y me quería, de eso estaba completamente segura.

Con Jose Ignacio todo era diferente, yo me ocupaba de mí, de las cosas de la casa, de los niños y de planear las vacaciones, mientras Jose Ignacio trabajaba y trabajaba. Si bien es cierto que yo llevo una vida mucho más cómoda no puedo decir que actualmente yo sea más feliz.

Tengo todo lo que una mujer puede desear en cuanto a lo material, pero echo de menos, hacer proyectos en pareja, luchar por algo, hacer planes, mantener una conversación, coger la mano y que me cojan la mano.

Mi vida iba a la velocidad de la luz, buscando no tener un momento para pensar, yo sin querer salpicaba mi vida de actividades, la Uni, la casa, las compras, las salidas los fines de semana, la preparación de las vacaciones, las actividades de los niños etc… para no pensar demasiado, para no darme cuenta de lo infeliz que era.

El “falso” Héctor me había removido las entrañas y sin darme cuenta me encontraba con los ojos repletos de lágrimas. Él estaba sentado en un banco en un parque justo en frente de la cafetería, algo dentro de mi me hizo levantarme e ir hacia donde estaba él, ni siquiera pagué mi cortado, me dirigí hacia él como una autómata, no sabía que iba a hacer ni que iba a decir, él estaba sacando de su mochila fruta y queso, levantó la mirada y me vio como cruzaba la calle y me dirigía hacia donde él estaba.

Me fijó la mirada, se quedó inmóvil mientras yo me acercaba a él, se parecía mucho a Héctor pero este señor era por lo menos 10 años mayor que él, estaba muy arrugado tenía el pelo muy canoso y aunque no vestía mal, tenía las manos destrozadas.
Seguí avanzando sin saber qué hacer, sin tener nada planeado, me puse delante de él y dije: ¿Héctor?

Él se quedo impasible, mirándome fijamente, como si no comprendiese nada, no dijo nada, no hizo nada, se quedo ahí sin más.

Entonces me di cuenta de mi error, me ruboricé le pedí perdón, me di media vuelta y me fui corriendo.

Héctor y Raquel 7. Raquel y los niños




7. Raquel y los niños

A las 17h00 en punto estaba en la puerta del colegio, en doble fila como de costumbre, era jueves e Inés tenía clase de ballet, Nachete, al que ya debería llamar Nacho iba en metro hasta casa.

Inés subió al coche quejándose porque no le había traído el croissant de chocolate que le solía traer todos los martes de Paul, se me había olvidado y con las prisas tampoco tuve tiempo… Ya te compraré algo al lado de la academia de baile, le dije, Inés me puso morros, pero por suerte para mi, se le pasó enseguida.

A las 17h45 ya estaba Inés con su tutú rosa en la sala, la verdad es que el baile había sido más una cosa mía que de ella, hacia ya 3 años que daba clases y no se quejaba. Me quedé esperándola e imaginándome a mi misma a su edad bailando.
A las 19h00 ya estábamos en el Mini de vuelta a casa, Inés se había peleado con Laura, nada grave. Al llegar a casa lo de cada noche, Nachete estaba encerrado en su habitación con su ordenador y la música demasiado alta.

Me puse a hacer la cena, llamó Jose Ignacio diciendo que no vendría a cenar, que le había salido una cena de trabajo con un cliente y que llegaría tarde.

Cenamos frente a la tele los tres, no hablamos mucho durante la cena, Inés se puso el pijama y tras la cena Nachete subió otra vez a su habitación, creo que chatea cada noche con su novia, una tal Julia.

Subí con Inés a su cuarto, se lavó los dientes, le leí un cuento y me dio un fuerte beso, Inés es un encanto.

Yo también me puse el camisón, me desmaquillé y me puse la crema de noche, le di un beso a Nachete y me acosté en mi cama me puse la televisión, vi un ratito las noticias, y caí rendida.

No sé a qué hora llego Jose Ignacio a casa, pero al día siguiente ahí estaba.

lunes, 16 de enero de 2012

Héctor y Raquel 6. Raquel estresada



6. Raquel estresada

Entré en Ooona, pregunté por Toni, el encargado de la tienda con el que habíamos coincidido en las clases de Yoga y en el gimnasio, un chico majísimo, y muy guapo. En cuanto me vio se le iluminó la cara, me dio dos besos y estuvimos un ratito charlando, me pregunto por Jose Ignacio y por los niños, ¡todos bien! le contesté. Ya me tenia preparados los pantalones arreglados que había comprado la pasada semana, me dijo que había recibido la nueva colección de Gucci pero no tenia tiempo de nada, ya me pasaría otro día. Mientras recogía la bolsa le comenté lo feo que quedaba ver a un vagabundo sucio en la puerta de su magnífica tienda, me dio la razón.

Al salir, no pude hacer otra cosa que darle una moneda, aunque pensé que de ese modo estos vagos nunca buscarían trabajo…

Mi siguiente misión era la de buscar un buen Dupont para Jose Ignacio, justo a 2 manzanas de ahí estaba Delicias del Fumador, la tienda más importante de todo Madrid.
Dupont es una muy buena marca de encendedores, bueno es la MARCA según Jose Ignacio, si bien los clásicos eran los de plata y de oro, vi en una revista que ahora habían sacado al mercado una nueva gama con colores vistosos, y también tenía curiosidad por ver el maravilloso Ligne 2 “Champagne” de Oro macizo blanco con 468 diamantes, 42.315€ una autentica joya.

Llegué a Delicias y pregunté por los Dupont, por suerte tenían una muy buena representación de la marca, vi los encendedores de colores, HORRIBLES, la verdad es que no entiendo como alguien se puede comprar eso, solo costaban 100€ pero eran realmente horrorosos, no entiendo como la marca ha podido caer tan bajo y renunciar a su estilo. Vi el “Champagne” en una vitrina blindada bajo llave, no pedí que me lo enseñaran ya que no tenía ninguna intención de llevármelo.
Finalmente me llevé el Linea 2 de laque de Chine et Palladium, una preciosidad en negro que me costó 690€

Eran ya las 14h45 y tenia 30 minutos para llegar al restaurante Tochi Imagi donde había quedado para comer con Claudia y Martina, seguro que llegaría tarde, a esa hora el tráfico es infernal entre las compras prenavideñas y los padres que llevan a sus hijos al colegio, por suerte Nachete y Inés se quedan en el comedor.
El trayecto hasta el restaurante fue como previsto, infernal, todos me dicen que me transformo al volante y me vuelvo muy agresiva, y tienen razón…. Pero ese día fui especialmente malhablada con todo el mundo, especialmente con una empresa de mudanzas que taponaba la calle Viena.

Por suerte el restaurante disponía servicio de aparcacoches, todo un detalle para madres estresadas como yo. Finalmente llegué sólo 5 minutos tarde y ya me estaban esperando Claudia y Martina que imagino ya habrían aprovechado para “destriparme” un poquito, nos besamos y me senté.

Claudia tomaba Cola Light y Martina Cola Zero, yo estaba muy contenta con mis compras y me pedí una cerveza sin alcohol. Como yo no quería pensar, les propuse tomar el menú degustación de ese modo podríamos probar la cocina de Tochi ya que era la primera vez que íbamos. A Martina no le pareció mal, pero Claudia no quería, estaba haciendo dieta estricta prenavideña y no le parecía bien, en ese momento llegó el maitre, un chico joven muy afeminado y un tanto estirado, le explicamos nuestro problema y nos dijo que NO era posible escoger a la carta y menú degustación. Si queríamos tomar el menú degustación debía ser para la mea completa. Uf, primer contratiempo, pasaron unos segundos un tanto tensos, y tanto Martina como yo intentamos convencer a Claudia, al final cedió diciendo que no se lo comería todo, menos mal… y que gilipollas estos nuevos cocineros, ¿Quiénes se piensan que son…?

Por suerte tenían San Pellegrino, esa magnífica agua con muy poco gas que tan bien me sienta, no tomamos vino.

Claudia hablaba y hablaba de su futuro viaje a los Alpes, donde pensaba ir el día 28 a pasar fin de año, a una magnifica estación de esquí donde había uno de los mejores Spa del mundo y blablablá, y Martina no para de explicarnos las operaciones de estética que le gustaría hacerse y que las demás mujeres que veíamos en el restaurante tenían, yo me moría de ganas de enseñarles el Dupont que le había comprado a Jose Ignacio pero no me dejaron meter baza.

Empezaron a desfilar los platos: Tiradito de atún rojo, Cebiche de Ostra Gallega, Tempura de verduras y gambas, Sushi y sahimi fusión, y Sukiyaki de ternera de Kobe.
Hay que decir que todos ellos estaban deliciosos, Claudia casi no probó bocado, y nos estuvo dando la paliza con sus estúpidas vacaciones en Suiza, era insoportable, entre tanto Martina a lo suyo: nuevas técnicas de lifting, las mejores cremas, lo fea que era la monísima camarera, ay!, qué mala es la envidia.
Claudia preguntó la hora, eran ya las 16h45 y las tres al unísono nos dimos cuenta de que no podríamos tomar el postre, a las 17h00 teníamos que estar en la puerta del colegio, y aun con el Sukiyaki en la mesa pedimos unos capuccinos y la cuenta en seguida.

El maitre estirado-afeminado vino a nuestra mesa, más nervioso de lo habitual diciéndonos que NO podíamos irnos del restaurante sin probar, el Mochi de fresa y el Sorbete de maracuyá. Por suerte la camarera monísima (para mi) y fea (según Martina) no le hizo caso y nos trajo los capuccinos y la cuenta. Fue visto y no visto, sacamos cada una nuestra tarjeta de crédito y el maitre estirado-afeminado nos cobró a cada uno 75€, me dio la sensación de que le molestó pasar 3 veces la tarjeta de crédito por el TPV, nos tomamos el capuccino, nos besamos y salimos por la puerta. Otra vez a la carrera.

sábado, 14 de enero de 2012

Héctor y Raquel. 5. Huir, siempre huir.




5.- Huir, siempre huir.

Me pareció escuchar la voz de alguien dando gritos y más gritos, cuando por fin pude sincronizar mi maltrecho cerebro, me di cuenta de que era Fran, que me estaba gritando, eran las 08h00 de la mañana y él venía a prepararse para dar su primera misa, yo todavía estaba borracho, vi que yo llevaba puesta su sotana y que la había manchado de vino y de vómito, a mis pies habían 3 botellas de vino vacías y el suelo estaba plagado de hostias como si se trataran de lunares blancos.

Me recompuse como pude y atendí a Fran, que me dijo que a las 08h30 tenía misa hasta las 09h30 que me quedara ahí recogiéndolo todo y que cuando él volviera ya hablaríamos, Fran cogió una sotana que había en el armario y se preparó para dar la misa, las gente empezaba a entrar, sobre todo personas mayores que iban tomando sus asientos habituales, Fran cogió todas sus cosas y salió “a escena”

Yo me quité la sotana sucia que me había hecho de babero y la dejé ahí. Me sentí culpable y muy mal, había fallado una vez más… me sentí muy avergonzado, decidí volver a la Parroquia, salí de la sacristía sin mirar a Fran, noté como él sí que me miró a mí… fui hasta el fondo de la iglesia y entré por la puerta que daba acceso a la Parroquia, no miré a Fran.

Fui hasta el cuarto donde podría haber dormido muy bien y recogí mi mochila con mis cosas, mi ropa vieja estaba en la basura, entonces decidí una vez más ser un cobarde, no dar la cara y huir. Antes pasé por la cocina y me llevé lo que pude, una vez más me estaba cerrando puertas.

Una vez en la calle tuve una sensación extraña, como si no fuera yo, la gente a mi alrededor no se apartaba, estaba limpio, bien vestido, con el pelo recién cortado. Parecía una persona “normal”, incluso una pareja me preguntó la hora. Fue una sensación increíble, verme por un momento, aunque sea de forma ficticia reinsertado en la sociedad.

Pensé que quizás este era el momento, de intentar empezar de nuevo, buscar un trabajo, de intentar salir de la bebida, de volver a ser una persona, y de conocer a mi hija.

Me dije a mi mismo, que esta sería la última vez que huiría, la última vez que sería un cobarde, la última vez que mordería la mano que me da de comer, y que de una vez por todas esta era mi última oportunidad.

viernes, 13 de enero de 2012

Héctor y Raquel 4. Pinar de Chamartín





4.- Pinar de Chamartín.

No sé cómo ni por qué entré en el siguiente metro que pasó, estaba en Serrano y simplemente dejé que fueran pasando las estaciones, Velázquez, Goya, Lista…así hasta llegar a la última parada: Pinar de Chamartín, salí del metro, una señora me ayudó con mi carrito y al llegar a la superficie un rayo de sol me golpeó de una manera inesperada, después una persona pasó a mi lado y me dio los buenos días. Fue como un chute de esperanza, una inyección de energía que me hizo olvidar por completo del día horrible que llevaba y que me dio fuerzas para seguir andando.

En Pinar de Chamartín se rodó una de mis películas favoritas, “La Cabina” con José Luis López Vázquez, ¡que paradoja! Pensé, me encuentro como el actor de esa gran película encerrado en una cabina sin que nadie pueda ayudarme a salir, como recordaba perfectamente el final, preferí no seguir pensando en esto y volver a las buenas energías recibidas con anterioridad.

Me dirigí a la Parroquia de Santa Maria del Pinar, a ver si ahí me podían echar una mano, había una pequeña iglesia y al lado un centro donde la gente sin hogar y sin recursos iba a comer o a cenar, en cuanto llegué me encontré con un sacerdote muy joven que en seguida se preocupó por mí, me hizo pasar, me invitó a una taza de caldo que tenía en un termo metálico y me dio un trozo de pan, yo tenía las manos y la cara congelada, me supo a gloria, nunca mejor dicho… me hizo sentarme en un viejo sofá y me pidió que le explicara mi historia.

Mi suerte está cambiando pensé, me encontraba hablando con un señor, en un, para mí, comodísimo sofá con un buen tazón de caldo en las manos y sintiéndome otra vez una persona.

Mientras le explicaba a Fran, (ese era su nombre) mi historia, él me miraba a los ojos y me cogía de la mano, esa fue una experiencia indescriptible, tenía ganas de abrazarle y de llorar de emoción pero me quedé ahí sentado explicándole más o menos lo que me había pasado, digamos que lo suavicé un poco y no le conté algunos de mis devaneos con la mala vida.

Cuando terminé mi historia los ojos de Fran estaban inundados en lágrimas, entonces fue él quien me abrazó y yo también en ese momento rompí a llorar. El día de hoy estaba siendo una autentica montaña rusa y no sabía dónde me iba a llevar todo esto.
Fran se hizo cargo de mí, me dio ropas limpias y me acompañó a un baño donde había unas duchas, me dio una toalla y un bote de gel. Me di una ducha con agua caliente, bien caliente… me lavé el pelo, detrás de las orejas, los dedos de los pies, todo a conciencia, volver a sentir esa sensación, fue indescriptible, me olvidé de mi úlcera, de mis dolores, de todo…

Al salir de la ducha me corté las uñas de las manos y de los pies y Fran me llevó a una peluquería que había a la vuelta de la esquina donde por lo visto le cortaban el pelo gratis a las personas que él llevaba ahí, me afeitaron la barba y me cortaron el pelo.

El resultado fue espectacular, me miré en el espejo y lo que veía se acercaba bastante al Héctor que un día fue. Fran permanecía a mi lado, no se separó de mí ni un segundo, cuando salimos de la peluquería, le pregunté qué era lo siguiente, y él me contestó que ya se vería…

Volvimos a la parroquia era la hora de la cena, y llegaron unas 50 personas que cada día venían a cenar ahí, había de todo, inmigrantes, personas que estaban en el paro, madres solteras todos ellos con buen aspecto.
Estaba Matilde, la cocinera voluntaria que esa noche había preparado patatas con carne, con lo que les habían dado del supermercado del barrio.
Después de la cena las 50 personas se fueron, todas ellas dándole las gracias a Fran, él conocía a todos por su nombre y les iba preguntando por otras personas que esa noche no habían venido, por sus familiares etc… fue muy bonito.
Al irse la última persona yo me quedé ahí para darle las gracias y buscar unos cartones y un sitio donde dormir, pero Fran se negó me dijo que esa noche la pasaría ahí, que tenía una habitación para esos casos y tras una larga charla, me acosté en una cama, con sabanas limpias y mantas, calentito como hacía años que no hacía, me sentí feliz.

El problema fue que mi cuerpo reclamaba mi dosis de alcohol, si bien durante la cena no lo había notado, la sensación de volver a ser persona me lo había mitigado pero ahora sólo, en esa cama todo era diferente.
Me puse nervioso, no podía dormir, me sudaba todo el cuerpo, me dolía el estómago, y tenía temblores, primero intenté dormir pensando en lo bien que se había portado Fran, pero al cabo de un buen rato me levanté y me fui hacia la cocina, yo estaba acostumbrado a emborracharme cada noche, y esta, desgraciadamente no iba a ser una noche especial.

Durante la cena no nos habían dado vino, solo jarras de agua de esas metálicas como las que había en el comedor de los Maristas cuando yo era niño. Rebusqué por el almacén de la cocina y no encontré nada, entonces fui hasta la iglesia donde Fran daba las misas, ahí seguro que encontraría algo de vino, y en la sacristía que había justo al lado del altar me encontré todos los enseres de Fran para dar misa, su sotana, el cáliz, las hostias y el vino.

Por suerte las botellas de vino se abrían con un tapón de plástico, agarré la primera botella que vi y del primer trago me bebí más de la mitad de la botella… ufff me sentí aliviado en un primer momento, mi cuerpo agradecía la dosis de alcohol que le estaba dando y mis dolores estaban remitiendo, pero en seguida me sentí triste, una vez más la estaba cagando, toda la confianza que Fran me había depositado yo la estaba desperdiciando.

Me senté en una cómoda butaca roja y me puse a llorar y a beber, me estaba dando cuenta de lo que me estaba pasando y eso me entristecía cada vez más, bebí y bebí hasta un punto sin retorno, me entró hambre y me comí un paquete de hostias, estaban muy secas pero me daba igual, me entró frio y me puse la sotana de Fran, era gruesa blanca con bordados dorados, muy bonita, seguí bebiendo, hasta que me quedé dormido en la butaca. Debían ser las 04 de la mañana.

jueves, 12 de enero de 2012

Héctor y Raquel 3. Sin Rumbo




3.- Sin rumbo

Me fui sin rumbo, pensé en bajar al metro y acabar con este sufrimiento de una vez por todas, estaba a escasos 100 metros de una estación y eso fue lo que hice, baje las escaleras, y me encaminé a la entrada, desde su garita el empleado me miró y se fijo en mí, pero no hizo ningún ademán de darme el alto cuando me vio colarme en el metro, imagino que mi aspecto y mi mirada debería denotar cierto desespero, o simplemente no quiso “mancharse las manos conmigo”.

Me dirigí hacia las vías del metro, estaba decidido a lanzarme a las vías y acabar de una vez por todas con este sufrimiento y esta “no vida”, llegue al andén, y me puse en la cabeza del metro, las señoras me miraban y se apartaban, otras simplemente no me veían, otras personas escuchaban su música, en fin, que a nadie le importaría lo que yo iba a hacer en este momento.

Había un reloj de esos digitales donde ponía el tiempo que faltaba para la llegada del siguiente metro, marcaba 2.12, 2.11, 2.10,2.09 los segundos pasaban muy lentamente y mi vida pasaba antes mis ojos de la misma manera, mis ojos estaban inundados de lágrimas, que caían por mis mejillas y se mezclaban con mis mocos, tenía un aspecto realmente penoso, ¡menuda manera de morir!, sucio, enfermo y solo, 1.39, 1.38,1.37, mi única esperanza era que nunca nadie me reconociera y que me nadie me viera así, ni Raquel, ni sobretodo Inés se merecían ver a su padre morir de esta manera, ojalá me enterraran en una fosa común después de que nadie reconociera mi cadáver. 0.58, 0.57, Pensé en mi madre, en mi infancia, en mi abuela Juana, en sus torrijas, en todas esas personas que algún día tuvieron un sentimiento por mi y que nunca más sabrían que fue lo que me pasó, 0.21, 0.20.

El andén se llenó de personas, y los que estaban sentados en los bancos se levantaron y se acercaron a la vía, como si supieran lo que iba a suceder y no se lo quisieran perder, miré por última vez 0.14, a la vez que vi al fondo la luz de la locomotora, más y más personas se acercaron e incluso las noté cerca, como si no les importara mi aspecto y mi olor, el metro prácticamente estaba aquí, veía como se acercaba y empecé a contar mentalmente, UNO, un frio estremecedor me recorrió todo el cuerpo, DOS, y TRES, mis pies permanecieron inmóviles, el metro pasó por delante de mis narices, y paró, las puertas se abrieron y todos entraron, yo me quedé ahí, las personas me empujaban mientras entraban y salían, después se cerraron las puertas, y yo me caí de rodillas sollozando. Nadie se acercó a mí, simplemente me dejaron ahí solo, imagino que si hubiese sido un perro alguien se hubiese preocupado.

miércoles, 11 de enero de 2012

Hector y Raquel. 2. Una visión pertubadora.

2.- Una visión perturbadora


La visión de Raquel me dejo totalmente destrozado, estuve llorando durante mucho tiempo, me imaginé lo que podía haber sido mi vida al lado de Raquel, nunca debí serle infiel, nunca debí ser tan débil, nunca debí hundirme de ese modo. Al fin y al cabo nuestra relación tampoco iba tan mal, pero Raquel era una mujer de armas tomar, una mujer como Dios Manda, y ese desliz fue la gota que colmó el vaso, me echó de casa a patadas, y yo en vez de intentar solucionar el problema primero aproveché para vivir la vida loca, para irme de putas, para emborracharme con mis “amigos”. ¿Dónde están ahora mis amigos…? Y después para hacer todo lo que no había podido hacer al estar al lado de Raquel, para “volar” sin saber que iba sin paracaídas.



Le cogí gusto a este tipo de vida, pero los problemas empezaron a aparecer, mis ventas empezaron a disminuir a la vez que sin darme cuenta me iba hundiendo en un pozo sin fondo del que hoy no ni sé, ni puedo salir.




No intenté volver con Raquel, por una parte mi orgullo y por otra la gran vida que me estaba pegando me impedían siquiera proponérmelo. Sé que Raquel sufrió mucho, sé que nuestros “amigos” le contaban mis andanzas nocturnas, y sé que a ella de dolió mucho darse cuenta que se había casa con un desconocido despreciable.



Ni siquiera me preocupé por Inés, tenia 6 años y me, me cuesta decirlo, olvidé por completo de ella, ni económicamente ni afectivamente, pensé que era pequeña y que… bueno creo que no pensé mucho…




Raquel tuvo que ocuparse de todo, al cabo de un año recibí un buro fax en la pensión en la que ya malvivía comunicándome el día y la hora donde debía acudir para firmar nuestra acta de divorcio.




No tardaron mucho en despedirme del trabajo, creo que fue un año, para entonces yo ya me emborrachaba casi a diario, ni siquiera conseguí “arreglar” los papeles del paro y poco a poco todos me dejaron de lado. Si, recuerdo que fue más o menos cuando firmamos el divorcio, la noche anterior, me la pasé en La Fabula, un puticlub más o menos decente donde me dejé una pasta, todavía manejaba algo de dinero ya que me habían paga el finiquito y esa noche la pasé entre putas, copas, tabaco y soledad.




El día siguiente mi aspecto era lamentable, prácticamente no recuerdo nada de Raquel ni siquiera me di cuenta la complicidad que ya tenía con su abogado, recuerdo que me dolía todo el cuerpo, tenía una resaca de esas memorables, no sé como conseguí llegar hasta el Juzgado, solo sé que quería salir pitando de ahí, vomitar y dormir. Al llegar a la entrada vomité, cosa que en parte me alivió pero me di cuenta de que todo el mundo me miraba incluida Raquel. Entonces lo que hice fue entrar, firmar y huir.




A partir de ahí mi caída fue en picado, imposible trabajar, no quise llamar nunca a mi padre, (mi madre murió cuando yo tenía 23) y la relación con mi padre nunca ha sido digamos… cercana. Mis “amigos” me fueron dejando uno a uno por el camino, y en parte lo entiendo, yo ya no era una persona digamos “normal” y no se lo tengo en cuenta. Me dediqué a vivir al día a hacer alguna chapuza para sacarme algo para pagarme la pensión, el tabaco, algo para comer y el vino. Me dediqué a repartir publicidad, lavar coches, fregar platos, trabajé en la obra, de ayudante de pintor, recogiendo chatarra. Siempre me pasaba lo mismo, el primer y segundo día más o menos iban bien las cosas pero enseguida la cagaba, o llegaba borracho o con resaca, o simplemente me dormía, y claro está me echaban a la calle a la primera de cambio, cada vez me iba hundiendo mas y mas, y de ahí a que me echaran también de la pensión solo fue cuestión de tiempo. De ahí a la calle. Si cuento el tiempo que pasó entre ser un padre de familia respetable con su trabajo, su mujer, su hija y sus vacaciones en Alicante y ser un vagabundo el resultado es demoledor. Solo 2 años.




Sé que soy culpable de todo lo que me está pasando y ver hoy a Raquel me destrozó, lloré y lloré, la barba se me lleno de mocos y ni siquiera me di cuenta, la gente seguía pasando a mi lado como si no me viera, y finalmente salió el engominado de la tienda pidiéndome muy amablemente que me marchara de ahí. Como pude arrastre mis pies y mis “cosas” y me fui sin rumbo.

lunes, 9 de enero de 2012

Bernd Knöller, RiFF (Valencia) 1* Michelín cocina en AQ el Martes 24 de Enero.





Bernd H. Knöller vive desde hace 21 años en Valencia donde ha encontrado su “Heimat” (se puede traducir como patria, pero es casi aun mas), pero sobre todo su destino gastronómico.

En el 1993 habré con mucho éxito su restaurante El Angel azul, pero como la cocina se hace pequeña cambia en la misma Calle Conde Altea de Valencia a un nuevo local y lo llama RiFF. Preguntando le porque RiFF dice que lo ha soñado, y RiFF quiere decir arrecife en alemán. Nombre que desde luego pega a su estilo de cocinar, mas de 90% de su cocina es de productos del mar, yendo el mismo a la subasta de pescados del puerto de Valencia para comprar lo mas fresco posible.

Como digo, desde hace casi 19 años está en la cima de Valencia. En noviembre 2008 la importante guía Michelin le da una de sus escasas estrellas, lo que no sorprende, y lo mantiene hasta hoy.

El ALMANAQUE de la Comunidad Valenciana, una cada vez mas importante guía en esa comunidad le da el Premio RESTAURANTE 2011/12, lo que sorprende, porque suelen dar premios a restaurantes nuevos, donde se ve un futuro interesante y prometedor, y no a un restaurante de tan larga trayectoria como el RiFF. Además le dan 4 de 5 Laureles y le ponen así entre los cinco mejores.

Antonio Vergara, el crítico “estrella” de Valencia le pone también con 7,75/10 Puntos entre los mas destacados, y el crítico nacional Rafael Garcia Santos de Lo mejor de la gastronomía da un 8,5/10 por su “Arrós Brut”, y llega así justo después de un arroz de Quique Dacosta como uno de los mejores del País (este Arroz lo va a cocinar aquí). Para un alemán de la Selva Negra, donde los arroces prácticamente ni existen, allí se come una cosa que se llama “SPÄTZLE”, es todo un logro impresionante, y confirma de lo bien que se ha adaptado a nuestro clima y a nuestra gastronomía mediterránea.

Bernd Knöller, es uno de los mejores cocineros que hay en la Comunidad Valenciana, y su restaurante Riff es un valor seguro.Con un estilo personal, donde se mezclan su amado mediterraneo con su cultura alemana, practica una cocina muy personal e inconfundible.
Conocimos a Bernd, hace por lo menos 15 años en las jornadas gastronomicas que se organizaban en Vitoria, compartimos mesas y risas en ese primer congreso, cuando todavia no existia el boom actual.Después lo visitamos, primero en su primer restaurante, llamado El Ángel Azul y mas tarde en su Riff, siempre en Valencia.

Una ocasión única para probar su cocina y de paso probar un estrella Michelín, sin moverse de casa, ¿no está mal, verdad?

La cita es el MARTES 24 de enero, tanto al servicio de mediodia, como de noche.

M E N Ú R i F F


Sardina marinada
Currywurst
Tartar de bonito con mostazay huevas de trucha
Mojama casero con almendras
Pagre con semillas crujientesy ragú de clochinas
Arroz “Brut”
Cordero asado con especias árabes
“Mousse au chocolate” calientecon aceite de oliva, sal y helado de achicoria

59€ + iva, pan, agua y café incluidos.


Dado el alto coste que supone, cerrar el RiFF y desplazar a Bernd y a su equipo, necesitamos un numero mínimo de comensales para realizar esta actividad, por eso te pedimos que si tienes intencion de venir, no te demores en hacer la reserva. Gracias por la comprension.

miércoles, 4 de enero de 2012

El Soldado de Tudelilla

Anoche estuvimos cenando en El Soladado de Tudelilla, muy cerca de la calle Laurel, en Logroño, un lugar que nos recomendó hace ya un tiempo Maria al que acude ella cada semana fiel a su cita. El Soldado, no es un restaurante al uso, es más bien una tasca donde poder picar algo de pie en su barra o bien pasar al comedor que hay al fondo y sentarse a cenar.
Como en la mayoria de locales de Laurel, local casi siempre a rebosar, las tipicas cuadrillas y los chiquiteros se mezclan con los turistas, la gente joven, las señoras y los habituales.


Como a nuestra llegada no teniamos mesa libre nos fueron preparando in situ, en vivo y en directo nuestra ensalada, tomate, cebolla, bonito del norte, y aceitunas con un buen chorro de Virgen Extra, sal y vinagre, así encima de la barra sin miramientos y sin tonterias, este es el UNICO entrante posible entonces no hay mucho que pensar. En el Soldado no hay carta, ni lista de precios, ni tonterias, aquí se viene a comer, beber y reir.



Aquí teneis el resultado, no sé como lo consiguen pero todavia tienen un tomate de calidad en pleno mes de diciembre, pero hay que decir que aquí la verdura es otra cosa, y es fácil encontrar buenos tomates casi todo el año. La cebolla muy dulce y todos los ingredientes de calidad. Muy bien.




En la misma barra les pedimos que nos abriesen una botellita de este cava Riojano. Bien tambien, con mucho aroma a levaduras y agradable.





Cuando ya estás terminando la ensalada te preguntan con qué quieres los huevos, si con patatas, fritada, chorizo, jamón, pimientos.... Esto es junto con la sardina con guindilla es toda la oferta gastronomica, yo me los pedí (como siempre) con sus excelentes patatas caseras (of course) y Ana con pimientos (picantes), haciendo patria... Muy bien, tambien...




Como todavia nos quedaba un poco de cava y ganas de seguir charlando nos tomamos un poquito de queso tipo manchego de oveja curado, tambien de calidad.





El precio si tomas el vino de la casa suele ser de entre 10€ y 15€ por persona, (nunca sabemos porque varia el precio, pero bueno Maria nuestra amiga hay dias que pagan 8, otros 10... ) nosotros añoche pagamos 21€ por persona, imagino que el cava "infló" la "inexistente" factura ;) .




En fin, un lugar que os recomiendo al que hay que saber a lo que se va y no esperar otras cosas. 100% autentico.

El Soldado de Tudelilla, 26001 Logroño.






Hector y Raquel.

Este es el primer relato de ficción que escribo, espero que os guste.







Me despertó el camión de la basura a las 06h30, con su ruido infernal y de paso otro camión, me dio una ducha de agua helada, el conductor no tuvo la “delicadeza” de dejar de regar la calle cuando me vió durmiendo en ese banco, la noche había sido terrible, aunque ya no hace tanto frío como el año pasado el termómetro no había llegado a ningún numero positivo en este veintitantos de diciembre, la verdad es que no sé en que día vivo, o mejor dicho malvivo. Con el abrigo y los cartones mojados me levante como pude, me dolía todo el cuerpo y empecé a andar.

A las 06h30, como cada condenado día sonó mi Iphone con ese dichoso sonido que siempre digo que he de cambiar pero nunca hago, hoy tenía por delante un duro día, me di una ducha rápido y cuando estaba bajo el agua me di cuenta de que Jenny no había repuesto el acondicionador de pelo…, no tenía tiempo de nada, decidí pasar de él, en modo exprés me sequé el pelo, me puse mi crema corporal, me maquillé, me vestí y baje a la cocina, me tomé mi Nespresso a la carrera y baje al parking. Tenía delante de mí un duro día ufff, así no se puede vivir, esto debe ser muy malo.



Esa hora de la mañana es peligrosa, se mezclan los que vuelven a casa tras una noche de fiesta, drogas y alcohol con los que salen a trabajar con la legaña puesta y con prisas, también están las putas y demás fauna de la noche dando sus últimos coletazos. Me dirigí andando hasta el comedor de Cáritas, estaba muy lejos, pero mi organismo me pedía algo de alimento, la noche anterior bebí más de lo normal, vomité y empecé a andar, la ciudad se empezaba a despertar, la luz del sol aparecía levemente y como cada día vi legiones de madres y algún padre con niños acompañándoles al colegio, entendí que era un día entre semana y que todavía no era navidad aunque las luces, los escaparates y toda esa parafernalia hacia ya muchos días que me hacía pensar lo contrario. Finalmente llegué al comedor, sólo faltaban 15 minutos para que cerraran “el grifo”, en la cola me encontré a Juanita y al Pecas, habían discutido como de costumbre y Juanita todavía tenía sangre seca en la comisura de su labio, iban cogidos de la mano. Finalmente me llego mi turno, un café con leche, dos madalenas secas y un bocadillo.

Subí al mini, y me dirigí a la M-30 donde seguro que me iba a tener que chupar otro atasco, no sé porque vendimos nuestro piso del centro… Tenía que llegar a la Uni a las 09h00, me había propuesto acabar mi carrera de ciencias de la información ahora que los niños son ya mayores y solo me quedaba una asignatura y sí o sí tenía que asistir a esta clase. Antes de llegar llamé a Jose Ignacio para asegurarme de que había despertado a Nachete y a Inés y confirmar que también ellos estaban en marcha. Jose Ignacio era mi segundo marido un abogado de prestigio que llevó mi divorcio y del que me enamoré en cuanto entré en su despacho. Mientras tanto aprovechaba los semáforos para retocarme el maquillaje, revisar mis correos, contestarlos y abrir mi Facebook, todo esto con una mano en el volante, para que luego digan que las mujeres no sabemos conducir.

Con la barriga más o menos llena anduve sin demasiado rumbo fijo, decidí ir al callejón que hay tras el Carrefour Express a revisar las basuras, quizás encuentre algo que pueda cambiar, vender o comer. Arrastraba los pies y cojeaba un poco pero no tenia mal ritmo, cuando por fin llegue ahí, me encontré al de seguridad que estaba comiéndose un bocadillo de jamón, me echó a patadas, ¿Por qué no nos dejarían coger lo que ellos tiran a la basura?, menuda estupidez, conmigo no iban a perder una venta eso seguro… Por suerte no me golpeó demasiado fuerte, solo me insultó y me dio un empujón pero no me hizo daño. Entonces decidí ir al centro.



Llegue a la Uni 5 minutos tarde y repasé mentalmente todo lo que tenía que hacer durante el día de hoy, pasar por la pescadería para encargar algo de marisco para la noche del 24, recoger esos pantalones que me compré el pasado jueves en Ooona, encontrar COMO SEA ese dichoso encendedor Dupont que me he propuesto comprarle a Jose Ignacio, y todo esto antes de las 15h15 ya que he quedado para comer con Martina y con Claudia en Tochi Imagi el japonés peruano del que tanto nos hablaron. Intenté y conseguí concentrarme en mis clases y dejarlo todo para más tarde…



Un día más me vi a mi mismo reflejado en esos hombre con trajes, trajes malos pero trajes al fin y al cabo, yo había sido comercial de una firma de zapatos, como alguno de los que yo me cruzaba por la calle, tenía mi casa, mi mujer, mi hipoteca, mi hija y mis peces, ¿Dónde estarán mis peces?, pensé (como cada día) en el desastre que me había llevado a esta situación y de la que ya no podía salir. Una infidelidad mía fue la escusa perfecta para destrozar nuestro frágil matrimonio, para hundirme en una depresión que me dejó solo y para empezar a beber cada vez más y más. En poco tiempo me vi en la calle, sin trabajo, sucio, rechazado por mi familia y por mi propia hija, y con pocas ganas de vivir, pero sin fuerzas para acabar con esta vida. Todos esos hombres con trajes o bien no me veían o se apartaban más de lo necesario al pasar a mi lado. Llegué al centro y me senté en un banco, estaba destrozado, mi úlcera me pedía un respiro y se lo tenía que dar. Me senté frente a una tienda llamada Ooona donde se vendía ropas de las mejores marcas, sabía que no era el mejor sitio para sentarme ya que alguno de los engominados del interior vendrían a echarme pero no podía más.

Salí pitando a las 12h30 y me fui a la pescadería de Alfredo para encargarle las Ostras, las angulas, (a Jose Ignacio le pirran), los dos bogavantes y el Besugo, nunca me ha gustado el besugo pero dicen que es tradición, vi que también tenían Moët en la pescadería y respiré tranquila, que suerte, también le encargué 2 botellas y pagué por suerte no tuve que cargar con nada, ellos se encargarían de llevarlo todo a casa el día 24 a primera hora. Entonces fui a recoger mis pantalones a Ooona, fui andando ya que tenía el coche bien aparcado y total solo estaba a 3 manzanas, al acercarme a la tienda vi a un vagabundo durmiendo sentado en el banco llevaba un carrito con sus “cosas”, el pelo sucio, largo, amarillo, tenía la boca abierta y me sorprendió ver que tenia los dientes en buen estado, aun así seguro que olía fatal, la verdad, pensé: ¡Que mala imagen para este barrio, y para su comercio, deberían hacer algo para que esta chusma no esté por aquí! pasó un coche de policía con su sirena y ya no pensé mas en él, entré en la tienda.

La sirena de un coche de policía me despertó, me había quedado dormido sentado en ese banco, la verdad que era cómodo, tenía un sistema de calefacción y era realmente confortable, ¡hasta los bancos son diferentes en estos barrios! Como siempre me fijé si no me habían robado nada durante mi cabezada y encontré mi bocadillo, era de mortadela, le di un mordisco. Mientras tanto miré al frente y mi corazón dio un vuelco, dentro de la tienda vi a Raquel, estaba preciosa, hacía por lo menos 10 años que no la veía, desde el divorcio, solo la había visto una vez, se mudó de casa y nunca más supe. Me quedé petrificado mirándola debía tener unos 46 y aparentaba 32 (yo tenía 44 y aparentaba 62) estaba preciosa, más guapa, vestía ropas caras, tenía una media melena con mechas rubias y unas gafas de pasta en la cabeza a modo de diadema, estaba hablando con el engominado, se veía que era una clienta habitual, entonces el engominado le dio un paquete y dos besos y entonces los dos al unísono se fijaron en mi. Se me congeló la sangre, estuvieron por lo menos 15 o 20 segundos mirándome, yo me quedé petrificado, pensé en salir corriendo pero mis piernas no me respondían, entonces ella se acerco hacia la puerta y salió de la tienda. Se echo la mano al bolso y sin detenerse me dio una moneda de 2 €. Al cabo de un rato conseguí decir gracias y me puse a llorar…








domingo, 1 de enero de 2012

Y en el 2012... seguiremos a lo nuestro...


Si, lo sé, he estado bastante missing estos últimos días, pero entre el stress prenavideño con la acumulación de trabajo y en el estado vacacional en el que me encuentro ahora, por unas cosas u otras no encuentro el momento de ponerme a esto…
Y eso que me había propuesto escribir en el blog…
En fin, que 2011 se acabó, y nos enfrentamos a este 2012 con buena cara (no nos quedan más cojones…) pensando que este va a ser un año muy duro, muy duro, de todos modos seguiremos dando lo mejor de nosotros para que cuando vengáis a AQ, os olvidéis de vuestros problemas y os concentréis en pasarlo bien.
Vamos a intentar convertirnos en un lugar libre de crisis y en el que todos los que estemos ahí dejemos junto al paraguas nuestros problemas.
Al fin y al cabo como aprendí hace ya 3 años… “es solo dinero”
Nosotros estamos actualmente de vacaciones, cogiendo fuerzas, energías, nuevas ideas, y engordando. (Al menos yo…, me parece que Ana se está controlando un poquito más que yo…) Volveremos pasado reyes con energías renovadas, intentando “provocaros” para que volváis a AQ,
El día 14 hago un curso de cata de vinos, el día 21 Ana hace un curso de cocina de Mercado, el día 24 nos visita Bernd (Riff) y el día 31 vamos nosotros a Valencia a cocinar al Riff. En fin, que no paramos.
Estoy preparando unas jornadas junto con el ARPA para el mes de Febrero, y en eso estamos… En estos tiempos, no hay nada peor, (al menos para mí) que quedarse quieto, sin hacer nada para solucionar “el problema”, por intentarlo que no sea ;)
Mientras tanto os pongo el video que montó Biel y que se grabo entre todos (bueno algunos se escaparon sin grabar) nuestros amigos que vinieron al Electrovermouth AQ. Es la mejor campaña publicitaria posible (y más barata), amigos y clientes puestos delante de una cámara a los que se les ha dicho: COMPLETA LA FRASE: AQ…
Muchas gracias a Biel por el montaje, (nos encanta) a Bea por el esfuerzo, el cariño, la dedicación etc… y a Ana por la ayuda técnica, el video está ahí gracias a vosotros…

http://vimeo.com/34222356